¿Qué es la Economía de Bienestar?

¿Qué es la Economía?

En pocas palabras, economía es la forma en la que producimos y satisfacemos mutuamente nuestras necesidades.

Solemos creer que la economía es algo dado, fijo e inmutable, pero no lo es. Las leyes, normas sociales e historias que conforman nuestro sistema económico fueron creadas por personas, y esto significa que también pueden ser cambiadas por personas.

¿Qué es la Economía de Bien-estar?

La Economía del Bien-estar se basa en la idea de que la economía debe estar al servicio de las personas y el planeta, y no al revés. En este sistema, las leyes, normas e incentivos buscan ofrecer calidad de vida y prosperidad a todas las personas, en armonía con el medio ambiente, desde el principio.

En lugar de buscar el crecimiento económico como un fin en sí mismo, y perseguirlo a cualquier coste, la Economía del Bien-estar pone en el centro las necesidades básicas de las personas y el planeta, para garantizar que su satisfacción es la mayor prioridad.

¿Cómo sería el mundo si se aplicara?

En la sociedad que imaginamos, el éxito de un país no se mide en forma de Producto Interno Bruto (PIB) sino de bienestar colectivo. Los indicadores fundamentales pasan a medir los siguientes valores, y la cantidad de dinero es sólo un factor secundario, que puede servir (o no) para conseguir lo demás:

Participación: Los ciudadanos participan en la toma de decisiones y se involucran en sus comunidades.

Naturaleza: Las personas están integradas en la naturaleza y devuelven tanto como toman de ella.

Dignidad: Todo el mundo tiene lo suficiente para vivir con comodidad, seguridad y felicidad.

Equidad: La riqueza está repartida de forma justa y todas las personas tienen las mismas oportunidades de prosperar.

Propósito: Todos tenemos un sentimiento de pertenencia y las instituciones sirven al bien común.

Esto implica un cambio fundamental del sistema. Un buen sistema es aquel en el que las leyes e incentivos están diseñadas para asegurar que todo el mundo tiene lo suficiente para vivir con comodidad, seguridad y felicidad. En el que las personas pueden liberar su energía creativa para contribuir al florecimiento de la vida en este planeta. En el que vivimos en un entorno natural restaurado, seguro y vibrante, porque hemos aprendido a dar tanto como recibimos. En el que todas las personas tienen voz en la decisión del destino que construimos colectivamente, y sienten su pertenencia, sentido y propósito a través de la conexión con las otras personas y con el planeta que nos sostiene.